Tuesday, September 23, 2014

La piba - historia de un mate

Me gustan esos mates que están desgatados, casi arruinados, al borde de la jubilación y de formar parte de una repisa de adornos. Esos mates te dicen, por encima de todo, que fueron usados. Pero en el fondo, cuentan historias. Hay restos de yerba, algunas manchas que no se sabe qué son, y sabemos que están casados con una bombilla, aunque cada tanto tienen alguna aventura con otra.
Un mate usado es un mate que fue compartido con amigos, desconocidos devenidos en amigos, amores, desamores y gente que ya no está. Es también un mate que estuvo en momentos de soledad, usado por una sola persona y sus pensamientos.

Una vez charlé con uno de estos mates, y me contó la siguiente historia que presencio entre dos muchachos:
-Escuchame boludo, es así... no me discutas.- dijo Nacho mientras terminaba su mate, y se preparaba para cebar otro. Se lo pasó a Diego, que lo agarró sin sacarle la vista de encima.
-Es que me cuesta creerte, ponete en mi lugar. La piba nunca me dio bola, ni la hora, ni 'hola Juan, ¿cómo estás?'. Es más, no sé si sabe mi nombre...- Diego se tomó el mate rápido, como nervioso, y lo devolvió instintivamente.
-Sos un exagerado. Te lo voy a repetir, a ver si entendés. Esto me lo dijo Paula, que sabés es íntima de la piba. Te quiere conocer, le parecés interesante, y cito textual: "ese Diego tiene algo raro, me llama la atención".
En este momento Diego se empezó a cagar de risa. -Jajaja, ¿"raro"? ¿le llamo la atención? Ya me estás boludeando. -
Nacho, claramente cansado del tema, le respondió alcanzándole el último mate. -Si, debe ser tu cara de boludo lo que le pareció raro e interesante. Vos vení el viernes a la fiesta de Pau, ahí te la presento. Quizás encontrás un lugar con un poco de luz y tus rasgos de boludo se marcan bien, a la piba le parecés aún más interesante, y te la terminás comiendo.-
Diego no dijo nada. Se tomó ese último mate, insistiendo sobre el final. El característico ruido que indica la falta de agua fue lo último que escuché.



Pleuro Alterio

Thursday, September 4, 2014

Mate - extracto de "Más respeto que soy tu madre" por H. Casciari

«El mate no es una bebida, mis queridos lectores de otros pueblos. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En Argentina nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse. El mate es exactamente lo contrario que la televisión. Te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo. Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Entre mujeres charlatanas y chismosas, entre hombres serios o inmaduros. Entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan. Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara. Peronistas y gorilas ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno. Este es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos o circuncisión. Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. Sin nadie. No es casualidad; no es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es porque descubrió que tiene alma».

Fragmento de "Más respeto que soy tu madre", novela de Hernán Casciari



Pueden serguir a Hernán en su cuenta de Twitter.
http://editorialorsai.com/blog/autor/
http://editorialorsai.com/

Tuesday, September 2, 2014

Pedirle al tiempo

El paso de los años es inevitable. Al que quiera frenar el tiempo, se va a encontrar en medio de un quilombo bárbaro, y lo único que va a hacer, es perderlo: perder el tiempo.
Asumamos el paso del tiempo, de los años, pero negociemos. Me parece injusto no poder tranzar con tan macabro y maravilloso aliado, así que hoy me pongo los pantalones de nene grande, y le canto retruco.

Al tiempo, cuando pase, le voy a pedir que me deje un regalo. Bah, en realidad, que no me deje nada... le voy a pedir que se lleve algo.
Al tiempo, cuando pase, quiero pedirle que se lleve ciertos recuerdos, algunas memorias. No quiero caer en la ligereza de borrar 'feos' recuerdos, ya que quiero conservarlos. Quiero mis angustias, mis tristezas, y cada momento que me llenó de vergüenza. Siento que los necesito, a todos y cada uno de ellos.
Al tiempo, cuando pase, le voy a pedir que se lleve cualquier recuerdo 'lindo' que pueda volver a vivir (condición importantísima en la negociación) y así poder recuperarlo luego. Quiero pedirle que se lleve 100 Años de Soledad, aquel primer beso, y la primera vez que me gustó el mate. No quiero hacer una lista, a pesar de amar las listas. Quiero que me sorprenda.
Al tiempo, cuando pase, y se haya llevado todo eso, le voy a pedir que vuelva. Sólo espero estar atento y aprovecharlo, no perderlo.

Monday, August 25, 2014

Lo hizo de nuevo, me habló de mis miedos

Lo hizo de nuevo, me habló de mis miedos. Me recordó que ahí estaban, al acecho. Ellos, chiquitos para algunos, gigantes desde mi perspectiva.
Me habló de mis miedos, los señaló, los invitó a un nuevo ataque. A debilitarme, a decirme "no podés, no vas a poder, nunca". Tantos años luchando, ahora en vano, y todo culpa de ella.

Cuando María invitó a Joaquín a sentarse, él sintió que su mundo se desmoronaba. El sudor, frío y cortante, acompañado de algunos temblores, no eran un buen augurio - sólo empeoraban la situación. Él pensaba que cualquier persona, cualquier insignificante sujeto que los vea en esta situación iba a apiadarse, rescatarlo, o al menos decirle a ella que no era el momento adecuado para tener esa charla.

Me quiero ir. ¿Por qué me está haciendo esto? ¿Por qué no me entiende? Ella sabe cuáles son mis miedos, sabe lo que significan para mí. ¿Por qué ahora? Pensé que lo nuestro funcionaba, que iba a comprender...

María tenía sus motivos, y él lo sabía, aunque no los compartiera. Ella pagó el café y las tostadas, ya que Joaquín no supo contener algunas lágrimas y se levantó antes de que la situación sea aún más patética. Desde ese día, siguieron rumbos distintos, aunque con ocasionales encuentros.

Pleuro Alterio


Mis sinceras disculpas a Agustina A, víctima del robo de las primeras 9 palabras de este texto.

Monday, July 14, 2014

Post-Mundial

Hoy puse a lavar la camiseta de Argentina, luego de un mes increíble (futbolísticamente hablando). Un poco por cábala, y un poco porque no olía tan mal, la usé en cada partido de la selección... recién hoy valió la pena ponerla en el cesto junto a la otra ropa que pide a gritos marearse en un lavarropas.
Lunes 14 de Julio del año 2014: cambiamos ansiedad y nervios por tristeza, bronca, y algún que otro festejo por conseguir el segundo puesto perdiendo dignamente frente al campeón.
Lo han dicho varios: el fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes. Es un juego, son un par de muchachos, haciendo lo posible por meter la pelotita en el arco rival, mientras evitan que la misma entre en el propio. Un juego.
Pero también es cosa seria, mueve plata, y mucha. Mueve intereses. Afecta a la política (Merkel y Dilma presentes). Y por sobre todas las cosas, afecta el ánimo de la gente. Potencia lo que verdaderamente podemos llegar a ser como personas, refleja nuestro interior. Cuando los festejos se transforman en violencia, cuando estuvimos tanto tiempo 'distraídos' y por al lado pasaban los fondos buitres, las inundaciones y los conflictos en Gaza.
Me considero hincha de Argentina, por encima de ser hincha de la selección. La selección nos identifica deportivamente hablando, es parte de nuestra cultura, junto con la música, el idioma, la comida y demás costumbres. Es razonable que influencie nuestro estado de ánimo, pero no debería jamás traducirse en violencia, de ningún tipo.

Me quedo con las juntadas, las ilusiones, las alegrías, saber que Romero, Rojo y Sabella nos taparon la boca a varios. Me quedo con las euforias por el Pocho, y alguna que otra magia de Messi. Me quedo con @AleSabellaDT (de lo mejor), las fotos y videos por WhatsApp y el buen clima mientras duró.
Vimos partidazos, Costa Rica nos dejó con la boca abierta, los goles de Alemania, Holanda, y como Pirlo hace bello al fútbol. Siempre será más fácil hablar con el diario del lunes, y siempre será más fácil criticar que pensar y hacer.

Será hasta dentro de 1424 días.

Friday, June 13, 2014

El hombre inventó a dios

El corazón del hombre latió por primera vez.
Con ese latido, comenzó a sentir.
Con esos sentimientos, apareció la pasión.

El cerebro del hombre pensó por primera vez.
Con ese pensamiento, inventó la pelota.
Con la pelota, inventó el fútbol.

Fútbol y pasión inventaron el agradecimiento y la puteada.
Y el hombre tuvo que crear a dios, ya que ningún mortal era capaz de recibir tanto agradecimiento y puteada en 90 minutos.

En el mundial, nos ponemos un poco pelotudos.

Wednesday, May 14, 2014

A la muerte le dieron más trabajo

El Diablo, la Muerte y Dios se juntaron, como todos los martes, en el bar de Ernesto. Tenían un arreglo especial con él: le aseguraban clientela regular, a cambio de mantener la discreción. La Muerte le había pedido que sólo los atienda él, y que nunca se olvide que el café debe ser negro, sin leche ni crema.

Mientras esperaban el servicio (que solía demorar sólo Dios sabe por qué), se pusieron al día con cuestiones terrenales. Hablaron de las guerras recientes, algunas preocupaciones, ética, moral... nada importante.

La muerte sacó su cuaderno, con un movimiento casi automático pero que delataba cierto cansancio: el día anterior explotaron dos coche bomba (el Diablo y sus cosillas....) y un tornado azotó una comunidad entera (Dios y sus cosillas...). Ellos no se daban cuenta, pero cada una de sus 'picardías' hacían que ella trabaje más de lo regular. Cada tanto se preguntaba si no bastaba con las propias decisiones de los humanos, ya que parecían empecinados en aniquilarse a ellos mismos. La respuesta era siempre la misma: nosotros proveemos herramientas, ellos toman las decisiones de cómo usarlas, o cómo estar preparados ante cierto hechos. Así, se disputaban las almas, en una eterna competencia.


Con un suspiro, abrió el cuaderno en las últimas páginas -pronto necesitaría empezar uno nuevo- y ojeó los nombres que allí aparecían. Eran personas que estaban en el Limbo, ese lugar creado por Dios y el Diablo, cuando no supieron qué hacer con ciertas almas (algo que los humanos malinterpretaron, confundieron con el Purgatorio, y ya no supieron qué hacer al respecto). Estaba claro que la mayoría tenía un destino indudable, pero algunos casos causaron peleas entre ellos. El Diablo argumentaba que si tenían todo para ganarse el Cielo, cualquier decisión errónea que tomaran a propósito significaba un viaje directo al infierno. Dios, más complaciente, sostenía que tenían derecho a arrepentirse. La Muerte no se metía en esas cuestiones, ella sólo se encargaba de despachar las almas una vez que se separaban del cuerpo. El problema es que le asignaron una nueva tarea: las almas que están en el Limbo, y luego de un tiempo no se ganaron su espacio en el Cielo o el Infierno, debían volver a la tierra. Y ese trabajo le correspondía a ella. Al principio consideró justo que si estaba cuando el alma se separaba del cuerpo, debía estar cuando un alma era asignada a un cuerpo nuevo. Al cabo de unos milenios, ya comenzaba a cansarse. Lo que nunca entendió, es cómo los seres humanos desaprovechaban olímpicamente estas segundas oportunidades... quizás, porque se distraían tanto con los placeres mundanos creados por los narcisistas más grandes el universo: Dios y el Diablo.





Pleuro Alterio

Un picado en el Maracaná - libro de auGol

Ayer me hice poseedor del primero libro del equipo de auGol, titulado "Un picado en el Maracaná". Hasta el momento, leí algo así como un octavo del mismo, y ya se que es uno de los pocos libros que quiero prestar, para que se contagien sus historias.
Es un conjunto de historias de cada uno de los países que jugarán la Copa del Mundo 2014, y una excelente forma de palpitar ese mes en el que las actividades parecen detenerse. En una coctelera pusieron su admiración a este deporte, migajas de Bielsismo, historias que probablemente no conocías, prólogo del pelado Cordera, y periodismo deportivo (ese que sirve, no boludeces). Sobre el final, una reseña interesante de cada sede.
Mi humilde consejo es que se sumen a esta legión de lectores, y consigan su copia. No se arrepentirán.

Adquirilo acá, a través de Libro Fútbol: Pedí "Un Picado en el Maracaná"
También podés pasar por el local de Libro Fútbol en Puerto Madero: Olga Cossettini 1112 (de 9 a 17)
Otra opción es acercarse a la administración de Tea y Deportea: Lavalle 2083
O hacé tu pedido a contacto@augol.com

Próximamente nuevos puntos de venta...


Quiero felicitar a Javier Quintela, y a sus compañeros de equipo, que de manera independiente crearon esta genialidad llamada auGol, y parieron su primer hijo, "Un picado en el Maracaná".

Más referencias:
https://www.youtube.com/watch?v=qr2M5EKkXC4 -> Presentación de Victor Hugo Morales

Thursday, April 24, 2014

Estamos locos, pero no locos "bien"

La siempre cuestionada Wikipedia nos regala un breve artículo sobre la Locura. Aquí leemos que, hasta final del siglo XIX a un determinado comportamiento que rechazaba las normas sociales establecidas, se lo consideraba locura. Creo que esta definición más vigente que nunca, al menos en nuestra sociedad.

Varios hechos me ayudan a confirmarlo, actuales y pasados. Hablemos sobre los linchamientos... aquellos sucesos en los que la plebe decide agredir físicamente a un (supuesto) delincuente. Hacer justicia por mano propia. Ya que la policía no aparece, lo agarramos entre nosotros, hacemos su trabajo. Pero entendamos que no es "apresarlo, llevarlo a juicio, y condenarlo en un acto democrático y justo". Literalmente lo matamos a patadas, en un acto cobardía y maldad.

Lu Xun, en su cuento breve titulado "Diario de un Loco", narra lo siguiente:
"Solamente hoy me doy cuenta de que he vivido años en medio de un pueblo que desde hace cuatro milenios se devora a sí mismo."

Coincido con Francisco, cuando dice que sintió las patadas en el alma, mientras se pregunta qué falló. No tengo ni autoridad ni conocimiento pleno para responderle, para respondernos. Me atrevo a decir que fallamos nosotros, como pueblo. Fallamos al dejar que las instituciones se desmoronen o sean arrebatadas por la corrupción (corrupción de nuestra propia autoria). Fallamos al abandonar a ese chico que decidió salir a delinquir. Fallamos al no educar, al no acompañar y no contener. Fallamos al tolerar hechos intolerables. Estamos locos, lo que se dice locos "mal".

Hace unos días, en el trabajo elegimos una frase de Favaloro, a modo de inspiración:
"Debe entenderse que todos somos educadores. Cada acto de nuestra vida cotidiana tiene implicancias, a veces significativas. Procuremos entonces enseñar con el ejemplo.”
Al mismo tiempo, le explicamos a un directivo, nacido en otro país, quién fue René Favaloro. No pudimos evitar mencionar su trágica muerte: un disparo al corazón. Un acto suicida que, si nos tenemos un segundo a razonar, tenemos que concluir que estamos realmente locos. Dejamos morir a Favaloro. No fue culpa de los políticos de turno, fue culpa de todos nosotros. René vivió este país en carne propia, con sus injusticias construidas por todos nosotros durante años.
Procuremos enseñar con el ejemplo. ¿El ejemplo es matar a alguien a patadas, porque la policía no trabaja?

Tenemos el país que merecemos, porque nosotros lo construimos así. Somos la consecuencia de decisiones pasadas, cierto, pero no tenemos que culpar al pasado cruzándonos de brazos y esperar que venga no se quién de no se dónde a "curarnos". Hoy nos toca trabajar a nosotros, y es nuestra decisión que todo siga así o no. Procuremos enseñar con el ejemplo.

Espero algún día juntar las palabras para escribir la otra cara de la moneda, y poder decir que estamos locos, pero locos "bien". Que en este suelo que pisamos, lleno de discordancias e irrealidades, sólo las acciones contagiadas por locura nos pueden sacar adelante.

Wednesday, March 5, 2014

Líneas de un confundido

Te dije que ahí había pasado algo. No, no digas que no. Sabés muy bien que en ese momento no fuimos los de siempre, hubo algo nuevo, distinto.
Y ahora claramente no sé con qué cara mirarte, y no me digas "con la de siempre, gil, si no pasó nada...". Mentirosa, sucia, embustera, te extraño. Odio que juegues conmigo, pero no dejes de hacerlo.

Estoy cansado, anoche no pude dormir. Para distraerme empecé a escribir sobre esto. Empezaba... un par de renglones... no me gustaba y lo tiraba. Y lo volvía a hacer... a veces te escribía a vos, otras veces jugaba a que eras mi paciente y yo tu psicólogo - ese turro al que le contás todo, y a mi que me conocés desde antes de crecer me ocultás cosas.
Insisto, ahí pasó algo. Dejamos de ser nosotros mismos. Tenías tu remerita blanca, es que me encanta, unos jeans nuevos y un poco de frío que se tradujo en mis ojos desviándose hacia tu delantera. Fui disimulado, pero te diste cuenta. Igual no te importó, porque me entendés y sabés que lo hago sin querer.

Compartimos un licuado y un tostado. No querías una cerveza, y no me gusta tomar alcohol sólo. Fuiste graciosa, entretenida, interesante. No quería irme, pero la cantidad de licuado era como un reloj de arena. Que hijo de puta ese licuado, empecé a tomarlo más lento, quería quedarme con vos. Tendría que haber pedido dos.


Pleuro Alterio

Saturday, February 15, 2014

Conservá la dignidad, por favor

     Fernanda salió a caminar, pidiendo un recreo luego de varias horas de trabajo en su departamento. Eran las 3 de la tarde, martes de Febrero, soleado y agradable. Las lluvias de los días anteriores dejaron un clima más fresco que los de Enero, cuando el calor hacía intolerable cualquier caminata bajo el sol.
      Caminó cuatro cuadras, sabiendo a dónde se dirigía: la plaza, y su banco preferido. En cuanto llegó, se sentó en el lugar que ella creía designado para las chicas que salen a tomarse un descanso. Todo lucía más verde que de costumbre, probablemente gracias a aquellos chaparrones. Tomó un sorbo de agua... suspiró con una sonrisa en sus labios, y tomó otro sorbo. Sabía que dentro de poco su vida cambiaría rotundamente, y que no vería esta plaza por mucho tiempo. Intentó relajarse, y que sus pensamientos fluyan.
      Su estado de relajación duró poco, ya que una pareja la distrajo con ciertos sonidos pocos agradables. Parecían pelear, aunque ella determinó que si eso era una pelea, ya había un claro ganador. Ganadora, en este caso. Su cara no decía nada, y la de él decía todo. Mientras él, entre sollozos, no paraba de repetir "pero no entiendo... ¿hice algo mal?", Fernanda sólo podía pensar "nene, conservá la dignidad... no llores en público".


Dedicado a Flor, que se va a probar una suerte distinta.

Tuesday, February 4, 2014

Periodismo, recorte de la realidad

Hace unos días leí un comentario que puso un amigo (no sé si de su autoría, o amablemente robado). Este post trata sobre esa frase, reflexiones de mi parte, y quizás algún consejo que cada uno puede hacer propio o no.
"El periodismo no es otra cosa que un recorte de la realidad".

La gente suele subestimar el poder de los medios de comunicación, o atribuirle más del que tiene o merece. Lo cierto es que algo de poder tiene (no interesa cuanto, en esta instancia), y ese poder se traduce en cómo algunas palabras influyen a la gente, los mercados, las decisiones, la economía, la política, etcétera. No quiero caer en la inútil discusión sobre lo inteligente o idiota que hay que ser para dejarse influenciar: todos somos influenciables, la cuestión es qué decisiones tomamos luego de absorber la noticia.



Los medios de comunicación, compuestos por periodistas -o quienes dicen serlo-, trabajan recortando la realidad. Lo importante es reconocer que no se puede mostrar toda la realidad, sino que hay que acotarla. Esto se hace recortando la misma. Hay quienes usan una tijera grande, quienes usan una pequeña; hay quienes cortan grandes porciones, y quienes cortan pequeñas parcelas. Hay quienes lo hacen violentamente, dejando heridas, y quienes lo hacen con suavidad. Hay quienes adornan el recorte usando tijeras con formas lindas trazando patrones de corazones y sonrisas, pero cuyo recorte en realidad esconde otra cosa. Hay quienes recortaban en formas cuadradas, y con disimulo fueron curvando sus bordes: al poco tiempo utilizan círculos, y critican vilmente a quienes usan cuadrados.
Las posibilidades son tantas como personas, tijeras, y lectores/oyentes/televidentes hayan. Sí existen criterios que unen: los intereses detrás de quien recorta la realidad.



Hoy el espectro es más amplio: uno puede ser su propio medio de comunicación. Los blogs, cuentas de twitter, y demás espacios de público acceso hacen que cada uno pueda compartir su opinión, transformándose rápidamente en periodista o comentarista, aumentando la pluralidad de quienes participan, y deciden escuchar nuevas campanas. Esto, en principio, lo considero algo bueno, favorable. Queda en cada uno elegir qué lugar toma, qué comunicar y cómo.
"El periodismo es libre o es una farsa."
Rodolfo Walsh 
Por último, creo que el periodismo debe hacernos pensar, pero sin decirnos qué pensar. Debe hacer preguntas, pero también proponer respuestas e invitar a que hagamos nuestras propias preguntas y formulemos nuestras respuestas. Una noticia con una crítica negativa, pero sin una sugerencia o un aporte concreto, de nada sirve -no suma-. O mejor dicho, suma discordia, descontento, especulación, nos hace asumir cosas y nos ciega.
"El periodismo es el tejido de mentiras más complejo que jamás se haya inventado."
Kurt Tucholsky 
Considero sano informarse a través de distintos medios, respetar todas las opiniones (que no es lo mismo que compartir nuestro pensamiento y sentimiento), incluso aquellos canales, diarios y periodistas que no piensan como uno mismo. Esto nos sirve para ir completando el rompecabezas, sumando los recortes, ver donde se superponen y donde quedan vacíos. Sirve para hacernos dudar, o para reafirmar nuestra ideología.

Los invito entonces a informarse a través de distintos medios, a buscar sugerencias y esquivar críticas vacías, a entender el contexto de un suceso, a darnos cuenta que el periodismo no es otra cosa que un recorte de la realidad.